INVESTIGACION CIENTIFICA:

BIOFILIA

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Efectos de actividades en entorno natural boscoso sobre parámetros asociados a la salud de las personas.

En primer lugar quisiera  que nos centráramos en la palabra “biofilia”. Actualmente el concepto es usado en el sentido de “amor, amistad, afecto, benevolencia” por la vida. Esta manera de entender el significado ya nos da luces para intuir de qué se trata este estudio. Estamos observando y midiendo los efectos biológicos que genera la permanencia temporal en espacios donde predomina el bosque nativo chileno. Para ello nos estamos sirviendo de parámetros objetivos como la comparación de la presión arterial y de la frecuencia cardíaca antes de partir y al regreso de los paseos o “baños de bosque”.

 

Estamos midiendo los efectos de las actividades de esos fines de semana en valores que están presentes en exámenes estándar como son el Hemograma y el Perfil Bioquímico Completo. Además, considerando el rol central de la hormona Cortisol en la respuesta frente al estrés y en relación con otros mecanismos vitales, es que también lo hemos incorporado en este estudio.

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Sin embargo, lo que estamos haciendo con el significado moderno de la palabra “biofilia”, siendo muy importante para entender cómo cambian su accionar los mecanismos fisiológicos frente a estas experiencias, es a la vez insuficiente para cubrir plenamente lo que pretendemos redescubrir de este milagro que llamamos vida.

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En su origen griego el sufijo “bio” más bien se refería a la vida como historia o desarrollo espiritual (como en biografía). Nuestra pretensión es indagar más allá del simple número que arroja tal o cual examen. Para lograr estos nos basamos en una metodología diferente para interpretar esos datos. El número no es visto simplemente como resultado de  “algo”, sino como una respuesta adaptativa de “alguien frente al entorno”. Ese “alguien” no tiene solamente cuerpo físico, sino – y antes que nada – es un alma en relación con otras almas en un contexto de infinitas interacciones, que me permito llamar “espíritu”.

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Con todo lo anterior, entonces, nuestro estudio pretende redescubrir – ahora en base a datos duros – el efecto que tiene la vida de nuestra vegetación nativa sobre nuestra propia vida tanto en lo físico como en lo espiritual.

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Ya contamos con los primeros parámetros de un grupo de personas.

Para formar parte de  este estudio hemos puesto como única condición el que los participantes tengan Hábitos Urbanos, es decir, personas sometidas crónicamente al estrés de una gran ciudad como Santiago.

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Nuestro estudio es el primero de su estirpe en Chile. Como casi siempre, este está siendo posible gracias a la causalidad: Gail Thornton; una estudiante de mis talleres de “coaching para la salud” y amante de la naturaleza, me presentó a Carlos Claussen, una destacada autoridad en eco turismo, amante de los “baños de bosque” y estudioso de las investigaciones que se están haciendo en varios países del mundo. Gracias a ellos nos hemos juntado en este primer grupo experimental.

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Esperamos que nuestros resultados no sirvan solamente a la medicina, sino sean también un nutrimento para la conciencia nacional, de que debemos cuidar lo nuestro, aprender a amar a nuestra naturaleza como amamos a nuestra familia y a los humanos más cercanos.

Los mantendremos informados de nuestros resultados; tanto de los biológicos como de los espirituales.

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Dr. Wilson Araya V

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